La importancia de que un buen líder camine a tu lado
Mi nombre es María Flores, tengo 36 años y 15 de experiencia en el campo de las finanzas. Empecé como asistente de contabilidad en el departamento de proveedores de una empresa del sector metalúrgico y desde entonces mi objetivo fue conseguir ser CFO de una compañía. Finalmente, esto lo conseguí hace poco más de tres años.
Cuando me preguntan sobre mi trayectoria, lo primero que me viene a la mente es que para llegar donde he llegado siempre necesité buenos lideres que me guiarán en este camino. Por este motivo, en este artículo me gustaría compartir con los lectores mis reflexiones en cuanto a la importancia de un buen liderazgo en tu carrera profesional.
El liderazgo requiere de un “conjunto de habilidades, y sobre todo de una serie de comunicaciones impersonales, por medio de las cuales el individuo que dirige un grupo influye en su ambiente, con el propósito de lograr una realización voluntaria y más eficaz de los objetivos de la organización“. El liderazgo es, por lo tanto, una disciplina. Quien la ejerce tiene un compromiso consigo mismo, porque el verdadero dirigente ejerce una influencia especial en las personas que lo rodean.
Mi camino hacía el conocimiento personal e indagar en los patrones de conducta, me ha hecho conocer a los líderes que han marcado mi carrera profesional, y me he ayudado a listar aquellas características y cualidades que formarían el líder “perfecto” – bajo mi criterio. A continuación, me gustaría detallar aquellas más destacables para mí:
- Visión, si un grupo se encuentra bajo una persona que no posee visión, aparecerá la confusión y el desorden.
- Vocación, un líder siempre nos guiará desde el amor a la actividad que realiza nunca imponiendo sus normas, ni ejerciendo el temor como forma de imposición.
- Valentía, tener coraje y valor ya que en ocasiones hacer lo correcto para una organización tiene un precio elevado para la persona que toma las decisiones.
- Comunicación, el líder deberá ser capaz de comunicarse y trasmitir la visión de la empresa a sus trabajadores y estimularlos para que venzan las dificultades que se les presentan.
- Energía, que produce entusiasmo, esfuerzo y capacidad para actuar.
- Capacidad para identificar oportunidades y vencer el temor de cometer errores, es posible aprender con los errores para obtener los beneficios esperados.
- Delegar y fomentar el trabajo en equipo, delegar con eficacia ayudará a desarrollar y potenciar a los miembros de tu equipo, y aumentará la confianza y el sentido de pertenencia a un grupo.
- Inteligencia emocional y actitud positiva, que gestione bien el estrés y acepte la crítica constructiva.
- Gestión del tiempo, aprender a priorizar, establecer y definir objetivos es primordial para llegar a ser un buen líder.
En muchas ocasiones las personas no se van de las empresas, sino que se van de sus jefes. Por eso es importante que un buen líder tenga la mayoría o incluso alguna más de las características que he mencionado anteriormente.
Yo no puedo calificarme a mi misma como un buen líder, esto debería hacerlo las personas con las que trabajo. Lo que sí sé es que afortunadamente, durante mi carrera profesional me he encontrado con buenos líderes que me han sabido guiar en mi camino. Y que consecuentemente se han convertido en un referente para mí.
También ha habido alguno de lo contrario, aunque pocos, y por eso quiero recalcar que los malos jefes ahuyentan el talento. Luis Huete, profesor del IESE Business School, afirma “Los jefes tóxicos hacen un enorme daño no solo al talento, sino a la fibra humana de sus equipos. Una persona que trabaja en un entorno laboral tóxico pierde al menos 10 años de su vida”.
Los años de crisis han provocado que muchos trabajadores aguanten malos comportamientos y vejaciones de algunos jefes en el mundo laboral, pero los expertos dicen que está situación ya está cambiando y cada vez son menos los jefes que optan por el “ordeno y mando” como herramienta principal del liderazgo.
Por último, me gustaría compartir una frase que siempre tengo en mente y que me motiva para intentar hacer las cosas bien.
“Un verdadero líder tiene la confianza para estar solo, el coraje para tomar decisiones y la compasión para escuchar las necesidades de los demás. Él/Ella no se propone ser un líder, sino que se convierte en uno debido a sus acciones y a la integridad de su intención” (Douglas MacArthur).