Camino a EE.UU.: mis reflexiones haciendo negocios internacionalmente


En este artículo de opinión, Marco Alonso Castro, Gerente de cuentas para America en inlea, compara su experiencia personal como expatriado viviendo en Estados Unidos, con el proceso de preparación, adaptación y crecimiento de las empresas que deciden entrar al mercado estadounidense.

Muchos de los que vivimos fuera de los Estados Unidos a menudo hemos oído hablar de la frase del “sueño americano”, pero ¿es realmente un sueño? En pocas palabras, Estados Unidos es una ventana de oportunidad y la realización de una vida financieramente estable. Ya sea que venga a establecerse aquí, estudiar o comenzar un negocio, Estados Unidos ofrece una amplia gama de beneficios. Pero también tiene algunos obstáculos que, si bien no son difíciles de superar, conviene tener en cuenta antes de tomar la decisión. Cuando decidí hacer un MBA en los Estados Unidos hace unos años, tuve que considerar todos estos factores.

La barrera del idioma puede ser lo primero que se te ocurra, aunque los cursos intensivos de inglés en casa pueden ahora ayudarte a superarla mejor. Lo cierto es que al ser un país tan diverso, lleva un tiempo acostumbrarse a los diferentes acentos pero no es algo que pueda ser motivo de preocupación. Las diferencias culturales y los procedimientos también podrían generar estrés inicial. Estados Unidos está enmarcado por procedimientos legales y regulaciones que pueden confundir a aquellos de nosotros que estamos tratando de iniciar trámites en el país por primera vez.

Desde una perspectiva empresarial, las situaciones no son tan diferentes. Estados Unidos es uno de los países más fáciles y abiertos para hacer negocios, pero también está enmarcado por los mismos procedimientos y regulaciones legales. Sin embargo, existen muchas ventajas y beneficios para los emprendedores, ya sea que quieran comenzar un negocio desde cero o establecer una nueva subsidiaria aquí para expandir su negocio.

En mi experiencia trabajando con empresas que buscan abrir operaciones aquí, el primer paso que debe dar una empresa es establecer una visión clara de lo que hará el negocio, la misión y los objetivos a largo plazo, teniendo en cuenta que el mercado objetivo y sus necesidades puede ser muy diferente a los de casa. Tener un plan de negocios que defina qué es el negocio, quiénes son los competidores, quiénes serán los clientes, cómo operará y cómo funcionan las finanzas será un faro importante en los primeros años de desarrollo.

La etapa de aterrizaje

Después de tener claras mis metas y el plan establecido, decidí mudarme a Nebraska, justo en el centro del país. Un peruano acostumbrado al clima tropical que ahora experimenta inviernos bajo cero y trata de no sobrepasar el límite de velocidad porque las millas no son lo mismo que kilómetros. Como mencioné anteriormente, el choque cultural puede comenzar de inmediato, pero también trae sus recompensas. Experimentar las primeras caídas en la nieve hace que aprendas qué botas ponerte y que lo que ellos llaman “hielo negro” es una trampa mortal, hacen que el viaje esté lleno de aprendizaje. Entonces no está mal cometer errores en el camino, nos mostrará que necesitamos un mejor abrigo durante enero y febrero, que un viaje a otro estado puede ser tan corto como una caminata por el puente y que, pase lo que pase, podemos ajustarnos.

Lo mismo ocurre con las empresas en sus primeros años entrando en un nuevo mercado, en especial este, y es por ello que en Inlea nuestra misión es apoyar la expansión internacional y la innovación corporativa de nuestros socios brindándoles la mejor asesoría. Trabajamos con diversas empresas que buscan expandir el mercado en áreas tan diversas como tecnología disruptiva, educación, manufactura, consumo masivo, entre otras, ayudándoles a adaptarse a las nuevas situaciones.

Una de las características que nos identifica, nos diferencia y ayuda a superar cualquier barrera que puedan tener nuestros clientes al ingresar a diferentes mercados, es la flexibilidad y la rapidez con la que respondemos a los problemas, lo que nos convierte en el mejor aliado que pueden tener. Uno de nuestros clientes en Estados Unidos, dedicado al campo de la educación, ha trabajado con nosotros por más de 10 años, convirtiéndose en socios estratégicos, acompañándolos y asesorándolos no solo aquí sino también en sus operaciones a nivel mundial.

Primero, la resiliencia

Y así, con temporadas marcadas, inviernos duros y distancias en pies, con todos sus pros y contras, Estados Unidos sigue ofreciendo oportunidades que si sabemos aprovecharlas se convertirán en grandes recompensas. Y para las empresas, sea cual sea la industria o sector, este país ofrece el mercado consumidor más grande del mundo, con grandes oportunidades de networking con emprendedores de otros lugares, con quienes la empresa puede establecer buenas sinergias y oportunidades para seguir expandiéndose. Solo tenemos que afrontar el desafío, dejar de lado nuestros miedos y disfrutar de cada oportunidad que nos brinda el nuevo país. Solo necesitamos ser resilientes.